Flow in the darkness

Meterse en la profundidad. Ahogarse en el submundo del interior. No hay mapas ni manuales, no hay recetas ni pócimas perfectas para entrar, bucear y salir ileso. Nunca saldrás ileso, saldrás cambiado. No hay manera de no tenerle miedo a esas sobras. Son tus sombras pero son tuyas y eso te da la tranquilidad de estar con tu ser mas conocido… y a la vez el mas desconocido. Será difícil, será aterrador, misterioso y revelador. Pero sera fascinante entrar en ese yo. Me acompaño de las armas escenciales para tremendo desafío. Los ojos bien abiertos, atentos a cada detalle, acechándome, escudriñandome. La mano extendida para pedir ayuda cuando lo sienta necesario y para dar mi ayuda cuando nadie me lo pida. Una sonrisa en la cara intacta y desafiante, como única respuesta a cada un de mis rostros que encuentre en el camino. Con ellas fluiré en un buceo profundo hacia mis oscuridades.

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Mis obras forman parte de una serie que he denominado “Las 366 puertas verdes” la cual constara, una vez terminada, de 366 pinturas que cada una estará representando a un día y un mes del año calendario, incluyendo el día bisiesto.

Con ella en su conjunto busco indagar sobre el concepto del tiempo que forman los 366 días del año sobre la vida del ser humano, en donde cada día es una puerta que se abre al descubrimiento de un nuevo camino en la evolución del ser. Una evolución determinada por el medio que habita, e influenciada por el poder de la comunicación. Y en lo particular de cada obra es una búsqueda conceptual tan dinámica y orgánica como mi propia evolución y el camino que voy recorriendo.