Inclinaos ante el rey

“La obra describe dos puntos de vista sobre la comunicación que se realiza a travez de las vías tecnología en general (moviles, redes, etc.). Por un lado su importancia en cuanto la las posibilidades de interconexión de las personas de modo simple y brindado una simultaneidad de alcance global. Por otro lado, la exacerbada dependencia y deshumanización de las relaciones ya que estos individuos se encuentran alienados, masificados, estandarizados, carentes de expresión, y sujetos a la voluntad de su propia subordinación hacia la tecnología. Como si ésta fuera la única forma de interacción personal.
Las personas se encuentran representadas dentro de burbujas-nodos de resina en los que se puede observar un gráficos de torta (realizado por porciones de diario, como fondo de la imagen) que simboliza la estandarizacion estadística del ser. Es por ello que los vemos individualmente como dentro de una gran burbuja, conectados en una gran telarañas de comunicación que se evidencia siempre activa (las luces destellan intermitentemente en una secuencia sin fin). Aunque también ensimismados en su propio universo cerrado, e inclinados ante su Rey, la moda del gadget.”

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Mis obras forman parte de una serie que he denominado “Las 366 puertas verdes” la cual constara, una vez terminada, de 366 pinturas que cada una estará representando a un día y un mes del año calendario, incluyendo el día bisiesto.

Con ella en su conjunto busco indagar sobre el concepto del tiempo que forman los 366 días del año sobre la vida del ser humano, en donde cada día es una puerta que se abre al descubrimiento de un nuevo camino en la evolución del ser. Una evolución determinada por el medio que habita, e influenciada por el poder de la comunicación. Y en lo particular de cada obra es una búsqueda conceptual tan dinámica y orgánica como mi propia evolución y el camino que voy recorriendo.